Una encuesta reciente, realizada por America Economía Intelligence, señala que un creciente grupo de latinoamericanos está dispuesto a encontrar en cualquier parte del planeta el mejor recurso académico que les permita destacarse en las filas empresariales, por los diversos factores que les beneficia, principalmente, el incremento que obtienen en el salario al terminar el programa.
Según los datos, el promedio del salario de un ejecutivo, al entrar a cursar uno de los MBA analizados, es de $57000 anuales, cifra que al finalizar el programa sube a los $110000 anuales en promedio. Esto quiere decir que es un 92,2% de aumento, y comprueba que es uno de los beneficios más evidentes de cursar un MBA.
Otro elemento importante, es la conexión que las escuelas de negocios globales tienen con América Latina. Esto se mide, especialmente, por la cantidad de convenios entre ellas, así como otras actividades que fomentan la integración e interacción de estudiantes y docentes latinoamericanos con sus pares fuera de la región.
Precisamente este año, el MBA cumple 100 años de existir, desde que Harvard Business School denominó de este modo a su programa de maestría en negocios. Lo notable es que, un siglo después, el concepto sigue vigente en todo el mundo, gracias al esfuerzo que hacen las grandes instituciones académicas por actualizar sus contenidos, potenciar la investigación y atraer los mejores profesores, con el fin de mantener su relevancia en el exigente mundo de los negocios.
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