Eventos paralelos de COP10 ayudan a lograr acuerdos

El Rector de la Universidad para la Cooperación Internacional (UCI), Eduard Muller, participó ampliamente en eventos paralelos, de la décima Cumbre de la diversidad biológica (COP10), no solo formó parte de una comisión, además fue el responsable de buscar propuestas técnicas, en procesos de negociación de metas y definiciones que habían generado conflicto en ciertos temas, por ser el Vicepresidente de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas, para México, Centroamérica y el Caribe hispano, así como el encargado del grupo de trabajo de educación y capacitación de la Comisión.
Muller está liderando un proceso global para establecer la Universidad de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas y un fondo de becas que permita financiar a los funcionarios de los países, para lograr la profesionalización de la gestión de áreas protegidas, excepto en Costa Rica, que gracias a la UCI a través de la Escuela Latinoamericana de Áreas Protegidas (ELAP), se empezó a profesionalizar la gestión, “no hay otro país en todo Latinoamérica que ofrezca un título en administración de áreas protegidas, como nosotros”, dijo Eduard.
Y es que, con el apoyo de la ELAP, se empezó a montar programas formales para profesionalizar funcionarios en áreas protegidas, de acuerdo con Muller, como un proceso global para niveles de guardaparques, director de áreas y de sistemas nacionales.
“Se logró lanzar en la COP10, de manera formal, módulos de capacitación virtual, algunos desarrollados en UCI, otros nacieron del taller realizado por la ELAP, durante el mes de febrero”, contó.
También se lanzó un mecanismo innovador de mercados de carbono, para áreas protegidas, porque las negociaciones de la Convención Marco de Cambio Climático de Naciones Unidas no permite financiar carbono en áreas protegidas y países que no tienen deforestación porque según ellos no hay adicionalidad, lo cual quiere decir que con o sin el financiamiento no van a perder carbono.
“Pero sucede que lo van a perder, ya que las áreas protegidas sobre todo en Centroamérica, están perdiendo enormes cantidades de bosque por deforestación, situación que los llevó a buscar el mecanismo”, contó Muller.
Lanzamos este mecanismo para permitir que recursos financieros lleguen a campesinos, en lo que ya hay grandes interesados; se cuenta además, con una base de datos mundial en áreas protegidas, por lo que, el sistema de Naciones Unidas está apoyando el proceso, el cual, nace de trabajo desarrollado de la ELAP.

Eduard también participó en un evento que organizó la FAO, a través de la Red de Montañas, donde se aportó sobre el tema de biodiversidad en áreas de montañas y cambio climático, ahí se mencionaron casos donde hay documentación de pérdida en bosques nubosos.
Definitivamente, estos eventos paralelos sirven mucho para aportar soluciones, ya que son reuniones importantes con profesionales de muy alto nivel.
“Se visualizó el problema en el que estamos, que aunque tomemos acciones importantes parece imposible frenar la perdida de la biodiversidad, porque se habla de 140 especies por día que desaparecen, mundialmente, eso sin contabilizar bacterias e insectos”, explicó Muller.