La asignación de recursos humanos y materiales suele ser uno de los aspectos que produce más complicaciones, por lo que, a través de tres elementos primordiales, los que implica prever: qué tipo de recursos se van a utilizar, en qué cantidad y durante cuánto tiempo, pueden ayudar a evitar algún fracaso.
Son muchos los proyectos grandes que fracasan porque reducen sutilmente los recursos necesarios para llevarlos a cabo.
Por ejemplo, cualquier albañil sabe que hay una proporción correcta entre cal y cemento y que no se puede quitar un 5% de hierro a un edificio porque los precios del acero se hayan disparado.
En informática, por lo general, es normal contratar un profesional de 3 años de experiencia en el puesto de uno de 5, al igual que no importa convertir 9 meses en 8 y hasta $100 000 del presupuesto en $90 000.
Son pequeños recortes los que se van metiendo por todas partes, sin notar que un poco de cada lado será responsable de arruinar cualquier posibilidad de éxito.
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