Falta de claridad en los requerimientos y acuerdos del alcance del proyecto y de su producto, así como la falta de identificación de los involucrados, son determinantes para el fracaso ¿se diseñó bien el producto? ¿Cómo establecimos la calidad? ¿Hay buena comunicación entre los involucrados? El direccionar un proyecto va más allá a estas situaciones.
El decano de la facultad de Administración de proyectos de UCI, Ramiro Fonseca Macrini expuso sobre esta problemática y analizó diversidad de casos, uno de ellos fue cuando la NASA comenzó con el lanzamiento de astronautas al espacio, cuando descubrieron que los bolígrafos no funcionaban sin gravedad (o con gravedad cero) pues la tinta no bajaría hasta la superficie en que se deseara escribir.
Resolver este problema les llevó 6 años y 12 millones de dólares. Desarrollaron un bolígrafo que funcionaba bajo gravedad cero, al revés, debajo del agua, prácticamente en cualquier superficie incluyendo cristal y en un rango de temperatura que iban desde abajo del punto de congelación hasta superar los 300 grados centígrados.
¿Pero y los rusos qué hicieron? Utilizaron un lápiz…
No complique su trabajo. Aprenda a concentrarse en las soluciones, no en los problemas.
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